Los guardianes del planeta

Por Lolita Antoni

Recuerdo muy bien la primera vez que fui al museo de ciencias naturales de Nueva York, era yo muy pequeña no más de 7 años de edad, y desde entonces no se  me ha olvidado una sala donde te enseñaban como poder calcular la edad de los árboles. En efecto los árboles tienen edad y hay muchos que pueden vivir varios centenares convirtiéndose en silenciosos observadores.

Son seres que guardan en su tronco muchos recuerdos, han esparcido por décadas semillas y visto crecer bosques enteros alderredor de ellos como también han sido testigos de la tala indiscriminada y el crecimiento de ciudades. Dan oxigeno, sombra, cobijo, descendencia y muchos de estos viejos ejemplares ,estoy segura, han escuchado miles de secretos convirtiéndose en confidentes intachables . 

Es por estas cualidades lo que me hace pensar que los árboles centenares, no importa la especie, son los abuelos que cuidan los bosques, que aún quedan, y los que observan y escuchan las ciudades.

Taxodium mucronatum. “El Árbol del Tule” en Santa María del Tule, Oaxaca, México.



En toda plaza, avenida, parque, de cualquier ciudad del mundo rigen árboles centenares y muchas veces olvidados… Si te paseas por el bosque de Chapultepec aún puedes ver uno que otro Ahuehuete original de la época en que paseaban Maximiliano y Carlota en carruaje…. Hablando  de Ahuehuetes no se puede dejar de mencionar el Tule que crece en Oaxaca hace más de 500 años y es visitado anualmente por miles de turistas los cuales al estar frente a este inmenso ser no pueden dejar de asombrarse.
Ni tampoco se puede dejar de comentar otro ejemplar de Ahuehuete, El árbol de la noche triste. Cuenta la leyenda que este fue el árbol en el cual rompió en llanto el conquistador español Hernán Cortés, al ver sus tropas replegadas por la defensa mexica. Como bien lo relata el Artículo de Wikipedia: 
“…Cortés, quien se había quedado en la calzada de Tacuba hasta el  amanecer, tratando de rescatar a sus compañeros, se sentó bajo un gran árbol, un Ahuehuete, a llorar la pérdida de Tenochtitlán y de la mitad de su ejército. A esa noche los cronistas la llamaron con acierto la Noche Triste porque fue la más amarga de todas las noches pasadas por los conquistadores en estas tierras.”http://es.wikipedia.org/wiki/Noche_Triste

Lo que queda del famoso Ahuehuete ubicado en la Ciudad de México.



Realmente son pocos los árboles con historia que siguen dando sombra a los transeúntes de la capital. Si caminas por los camellones de la Avenida Reforma podrás  observar varios árboles  centenares, como jacarandás, encinos, Ahuehuetes , cipreses y hasta palmeras. Sería algo agradable que debajo de cada uno de estos grandes ejemplares pusieran una placa con su nombre botánico, edad aproximada y origen.

La edad de los árboles no se mide por su estatura sino por el diámetro de su tronco ya que  la historia vital de un árbol queda registrada en los anillos . Para ello, debemos hacer un corte transversal al tronco, y allí contar los anillos que se formaron, desde el centro hasta la corteza
Si observamos cada anillo podemos también conocer las condiciones ambientales en las que creció el árbol a lo largo de su vida. Si te fijas bien habrá anillos más gruesos que otros como también de diferentes colores, esto indica si llovió o fue un año de sequías.
Los árboles se convierten de tal forma en “maquinas”registradoras  naturales de las condiciones climáticas  de los años pasados y herramientas muy precisas para los estudiosos del cambio climático.

corma@corma.cl

Si lo que tu quieres ver son arboles milenarios, los verdaderos guardianes del planeta, los podrás encontrar en los bosques. Los  arboles más viejos conocidos tienen entre 1000 y 4,800 años. Uno de los países, en el mundo, dónde  puedes apreciar estos abuelos de los bosques es en los distintos parques nacionales de Estados  Unidos.

El famoso General Sherman, de más de 2000 años de edad, no el mas longevo del mundo pero si el más voluminoso…


Como por ejemploel Parque Natural Inyo, en California, así como en la región montañosa de  en el Parque Natural Inyo, en California,  donde crecen arboles, de la especie pino de cono erizado (bristlecone pines, en inglés), que se estima tienen más de 4 mil años de edad algunos ejemplares. O en el Sequoia National Park (California), se eleva el General Sherman, una secuoya gigante de entre 2.300-2.700 años que tiene el honor de ser el árbol más voluminoso del mundo y uno de los más altos. También a estas especies de árboles tan longevos se les conoce como fósiles vivientes del mundo vegetal.

Lamentablemente en México, como en otros países, no se les dá el lugar que merecen a los árboles centenares como a los abuelos. Son seres únicos que nos brindan miles de beneficios aparte de que nos dan historia e identidad. Nunca es demasiado tarde para plantar un árbol y quien sabe quizá en un par de siglos siga de pie y cuenta la leyenda que en ese árbol…….